Por Tatiana Camps
El 13 de junio participé en la presentación organizada por ONU Mujeres “Introducción a la herramienta de medición de brecha salarial: diagnóstico de Igualdad de Remuneración”.
El lanzamiento de esta herramienta para la medición de la brecha salarial de ONU y OIT, entregó las primeras cifras que señalan por ejemplo que la brecha salarial promedio a nivel mundial es de 23%, en Chile es de 30%. Adicionalmente, las diferencias salariales se incrementan a mayor preparación y experiencia profesional de las mujeres.
Esta herramienta estará disponible de manera gratuita y de libre acceso para las empresas. Estas podrán evaluar sus brechas salariales de manera confidencial. Se espera con esto romper la resistencia de las empresas a compartir información acerca de políticas salariales.
El modelo de equidad salarial presentado por estos organismos internacionales implica asegurar que los trabajos iguales o similares se remuneren de la misma forma y que los trabajos que no son iguales pero que tienen igual valor, también tengan igual remuneración. De acuerdo a este criterio, por ejemplo para la OIT el valor del trabajo de los ingenieros se iguala con el valor del trabajo realizado por las directoras de asuntos sociales.
En este sentido, el desarrollo de esta metodología me parece un gran aporte para el cambio de valorización del ser humano que surge con la 4ta revolución industrial y la sostenibilidad, donde se los aportes humanistas y sociales son tan importantes como los aportes científicos y tecnológicos. El gran desafío no es tecnológico, es la transformación de los seres humanos y los valores desde donde nos movemos. Es el movimiento desde la competencia a la colaboración, desde el Ego al Eco.